Cualquiera entiende que el Camino de Santiago gira alrededor de la figura del Apóstol Santiago. Por eso de inicio, esta ruta tiene gran trascendencia dado el significado que supone la llegada del cadáver del Apóstol en una barca de piedra por la Ría de Arousa y el Río Ulla hasta Iria Flavia (Padrón). En la Iglesia de Santiago de Padrón se encuentra el pedrón con el que se cree que se amarró la barca. Se trata de una muestra más de la magia y singularidad que se percibe a lo largo de este itinerario, dado el haz de misterio y leyenda que rodea a la historia del Apóstol. No hay mejor modo de seguir los pasos de Atanasio y Teodoro cuando trasladaron sus restos.
Como se puede entender, esta ruta combina agua y tierra. En las localidades bañadas por la ría hay distintos puntos de sellado para los barcos que se acercan, tanto derivados del servicio turístico como el resto. Desde ellos, siguiendo un vía crucis fluvial, es fácil disfrutar de la belleza de las playas, el valor de numerosas construcciones históricas y la autenticidad de la actividad marinera. El itinerario terrestre, como se explicó antes, comienza en el municipio de Padrón: refugio de historia, de muestras patrimoniales relacionadas con ella y, también, de poetas. Podemos destacar atractivos concretos de los que podrá disfrutar el peregrino, como su maravilloso Jardín Botánico, la Iglesia de Santiago o los pimientos de la localidad. Por su parte, Iria Flavia, parroquia padronesa, tiene una amplia relevancia histórica puesto que fue incluso sede episcopal en la época de los visigodos. Destaca allí la Casa dos Coengos, procedente del siglo XVIII. Ya entre Rois y Teo, se puede disfrutar del maravilloso espacio natural que envuelve al Pazo do Faramello, lugar de la primera fábrica de papel de Galicia. Allí, destaca la excepcional biodiversidad, con ejemplares autóctonos especiales y dignos de ver.
En Ames, al llegar a las cercanías de O Milladoiro, el peregrino ya va notando de cerca el final del trayecto, por la evidencia de las vistas.
En el comienzo de la ruta tenemos el Parque Natural de las Dunas de Corrubedo y Lagunas de Carregal y Vixióan, un complejo de 5 km de playas y un ecosistema único. El Faro de Corrubedo del año 1853 y la Isla de Sálvora que pertenece al Parque Natural de las Illas Atlánticas hacen de Ribeira un ayuntamiento de visita obligada. Son numerosos también los monumentos megalíticos entre los que destaca el Dolmen de Axeitos con más de 4000 años de antigüedad.
Ya en A Pobra, la torre de Xunqueiras del s. XV, la torre Bermúdez del s. XVI y el Museo Valle-Inclán son tres de los puntos más relevantes para visitar en este ayuntamiento. El mirador de A Curota es el punto más alto de la península con 498 m. de altitud, desde el que se puede contemplar una panorámica única de las rías. Además de las numerosas calas y playas, también podemos refrescarnos en cualquiera de las numerosas piscinas naturales que tiene el río Pedras.
El Castro de Neixón del s. I es uno de los principales yacimientos arqueológicos de la ría. Localizado ya en el Ayuntamiento de Boiro, este territorio nos ofrecen gran variedad de monumentos megalíticos como los petroglifos de Laxe das Cabras y Pedra da Bouza de la Edad de Bronce, o la necrópolis megalítica de Amañecida, entre otros.
En el casco histórico de Rianxo encontramos la plaza de Rafael Dieste, el Pazo de Martelo, el crucero barroco y la iglesia de Santa Comba y el famoso Santuario da Nosa Señora de Guadalupe. En esta villa encontramos también las casas natales de Daniel R. Castelao (1886-1950), Manuel Antonio (1900-1930) y Rafael Dieste (1899-1981).
Antes de llegar a Padrón, en el Ayuntamiento de Dodro, podemos visitar el Pazo de Lestrove del s. XVI-XVIII, mansión de descanso de los arzobispos compostelanos o el Pazo da Hermida del s. XVII donde la escritora Rosalía de Castro vivió largas temporadas. En esta pazo se creaba también en 1930 la 'Federación Republicana Gallega' después de firmar el 'Pacto de Lestrove'.
En Iria Flavia, encontramos junto a la carretera la Fundación Camilo José Cela, localizada en las Casas dos Coengos, construidas a finales del s. XVIII. Frente a ella, la colegiata de Santa María de Iria. Contiguo a la colegiata, encontramos el cementerio de Adina, que conserva una necrópolis sueva del s. V.
Siguiendo dirección Compostela podemos visitar el Santuario da Escravitude del s. XVIII.
Encontramos en este trayecto dos ruinas de gran interés. Por un lado el legendario Castro Lupario, donde vivía la reina Lupa y el Castelo de Rocha Forte del s. XV, destruido durante las revueltas irmandiñas.